Mamíferos marinos
La Franciscana (Pontoporia blainvillei), pequeño y evasivo delfín, fue encontrado y descripto a mediados
del siglo XIX por el naturalista francés Alcide d’Orbigny mientras exploraba las costas del
estuario del Río de la Plata, algunos años antes de la llegada a nuestro país de Charles Darwin, otro de los
grandes naturalistas europeos.
Este delfín es fácilmente diferenciable de otras especies de cetáceos de la región por su pequeño tamaño
y sus quijadas que forman un largo y fino hocico, o rostro, con más de cien diminutos dientes.
Es una especie endémica de Sudamérica que se distribuye en las costas de Argentina, Uruguay y Brasil,
registrado desde Espíritu Santo (Brasil) hasta el norte de Chubut (Argentina).
Actualmente es el cetáceo más amenazado de Sudamérica debido a su captura incidental en redes costeras de enmalle o agalleras. Cada año mueren entre 2.000 y 3.000 ejemplares a lo largo de su área de distribución geográfica. Por
ello en el Libro Rojo de la IUCN está categorizada como especie VULNERABLE, si bien ya debería ser considerada en PELIGRO. En virtud de su elevado nivel de mortalidad se estima que en menos de 30 años la especie podría llegar a colapsar.
Esta situación, que compromete gravemente la conservación de este delfín, hizo que en 2018 fuera considerada a nivel internacional entre las siete especies de cetáceos del mundo en que deberían desarrollarse investigaciones ex-situ, es decir estudiarla en condiciones ambientales controladas y como complemento de los esfuerzos realizados en la naturaleza por la conservación de la Franciscana en toda su área de distribución geográfica.
En las últimas décadas los estudios científicos realizados en la
naturaleza han sido tan importantes en toda la región que puede
afirmarse que la Franciscana es el cetáceo mejor conocido de
toda Sudamérica. Ellos permitieron definir para la Franciscana
cinco Unidades de Manejo a lo largo de su distribución geográfica,
con abundancias poblacionales que oscilan entre unos pocos
cientos hasta alrededor de 15.000 ejemplares.
En estas Unidades de Manejo mueren por efecto de la pesca hasta el 6% de las Franciscanas de la región.
Desde hace varias décadas en la Argentina se trabaja en su rehabilitación, como así también en la de otras
especies de mamíferos marinos a través del Centro Provincial de Rescate y Rehabilitación de la Fundación
Mundo Marino y de la Fundación Mar del Plata Aquarium. Paralelamente, la ONG Aquamarina fue pionera en el
uso de marcas radiales y satelitales aplicada en ejemplares de Franciscana para conocer aspectos
fundamentales de la biología y comportamiento de este elusivo delfín. Complementariamente, comenzaron a
trabajar con equipo sónicos conocidos como pingers que se colocan en las redes de enmalle con la finalidad
que las Franciscanas detecten la presencia de las redes o se alejen de ellas por efecto de los sonidos que
emiten dichos equipos electrónicos.
Argentina, Uruguay y Brasil, responsables de la conservación de la Franciscana en la región, comparten
actualmente proyectos de investigación e intercambian información de sus respectivos estudios o incluso
los desarrollan en forma interinstitucional a los efectos de optimizar el uso de recursos tanto financieros,
técnicos como humanos.
Instituciones universitarias, centros de investigación, ONG’s y también organismos de control oficiales
(nacionales y provinciales), serán los responsables que la Franciscana no sea una especie más que se extinga
como ha ocurrido recientemente con en el delfín del río Yangtzé (China) o Baiji. Más allá de la contaminación
de su ambiente, su captura por las actividades pesqueras y otros factores negativos, el Baiji no pudo recuperarse
pues las actividades científicas ex-situ fueron iniciadas tardíamente y cuando la población ya estaba fuertemente
amenazada.
Es evidente que el manejo científico de la Franciscana en condiciones controladas, como así también todas las
tareas vinculadas con su rescate y rehabilitación, permitirán desarrollar en el futuro estrategias de manejo
complementarias para su efectiva conservación.
Teniendo en cuenta la difícil situación de este delfín y con una visión conservacionista, no debe descartarse la posibilidad de lograr la reproducción de la Franciscana, en forma natural o asistida, adaptando las nuevas técnicas de fertilización aplicadas tanto en reproducción humana como en animales domésticos.
Teniendo en cuenta la difícil situación de este delfín y con una visión conservacionista, no debe descartarse
la posibilidad de lograr la reproducción de la Franciscana, en forma natural o asistida, adaptando las nuevas
técnicas de fertilización aplicadas tanto en reproducción humana como en animales domésticos.
En base a lo anterior, un aspecto fundamental vinculado con las actividades ex-situ es la colecta de germoplasma
de ejemplares machos y hembras para el desarrollo de ensayos futuros vinculados con la biología reproductiva
de esta especie.
Si bien recientemente la Franciscana ha sido declarada Monumento Natural de la Provincia de Buenos Aires (Argentina), bien merecería que también fuera Monumento Natural de toda esta región costera del Atlántico Sudoccidental.