Flora
Conocida popularmente como Mburucuyá en lengua Guaraní,
también llamada Pasionaria, Flor de la pasión, Granadilla en
lengua española.
Esta planta es una especie trepadora perenne (sus hojas permanecen
verdes todo el año), sus zarcillos se enroscan sobre
ramas o algún otro elemento disponible como soporte, siendo
capaz de ascender a 15–20 m de altura. Las hojas dispuestas
de forma alternada son pecioladas y palmadas (por asemejarse
a la palma de una mano).
Sus flores son solitarias, de colores azul, violeta y blanco, miden
aproximadamente 8 cm de diámetro, presentando una
llamativa e inspiradora apariencia, la cual despierta distintas
percepciones y sentimientos: “-Para mí la passiflora es poder,
complejidad, simetría. Es perfección”, “-Detrás de su aparente
perfección hay locura y transgresión”, “-Es mágica. Me produce
admiración y respeto.”
Su fruto es una baya ovalada, de consistencia carnosa y anaranjado
a la madurez. Contiene numerosas semillas y es alimento
de muchos animales.
Passiflora caerulea es una enredadera nativa de Sudamérica,
podemos encontrarla en Argentina, Chile, Uruguay, Bolivia,
Paraguay, Brasil, Perú, Colombia, Ecuador y Venezuela (1).
Crece en ambientes templados y tropicales.
En el transcurso de la evolución, poblaciones de mariposa
espejito (Agraullis vanillae maculosa) y pasionaria (Passiflora
caerulea) coevolucionaron. Esto implicó una influencia mutua,
adquiriendo las características que podemos observar hoy en
día.
La mariposa espejito pone sus huevos en la pasionaria. Cuando
eclosionan y nacen las orugas, se alimentan exclusivamente
de las hojas de esta planta. Crecen hasta que forman la crisálida
(pupa), para luego emerger como mariposas (2). Se cree
que la planta desarrolló una estrategia de defensa particular,
los nectarios extraflorales, de morfología similar a los huevos
de la mariposa, desalentando la oviposición. Se han visto pasionarias
comidas casi por completo por dichas orugas pero
que, sin embargo, han vuelto a crecer (3).
“Tiene mucho valor por ser nativa. La veo como una señal de biodiversidad, porque siempre se enreda
en alguien más y es hogar de orugas. Donde hay pasionaria, hay mariposas.”
En base al conjunto de principios activos que presenta, es de acción farmacológica sedante, antiespasmódica, analgésica e hipnótica (que induce el sueño), su efecto hipotensor puede ser útil en casos de presión arterial alta. Relaja el organismo y calma el cuerpo en caso de dolor y nerviosismo generados por estrés (4,5).
Esta planta no deberá ser consumida por embarazadas, mujeres en período de lactancia, ni durante la infancia, y tampoco deberá mezclarse con medicamentos que posean la misma acción (tranquilizantes, ansiolítico, para el insomnio). Otra precaución a tener en cuenta es que no debe administrarse en altas dosis por tiempos prolongados.
Las formas de incorporar sus principios activos son:
Infusión: 5 gr de planta seca en 250 ml de agua, antes de hervir. Tintura Madre (6).
“-Su presencia en los espacios, para mí, no es casual, sino que viene a aportar alguna de sus virtudes.”
Si recurrimos a ella por su acción farmacológica, consideramos esencial la autopercepción del cuerpo y las emociones. Sanar con plantas, requiere de introspección, no consiste en tapar síntomas, sino que nos ayudará a encontrar el origen del mismo.
Entendiéndonos como seres integrales y diversos, los efectos en cada persona pueden ser distintos, al igual que las dosis. Por eso confiamos en que es fundamental la correcta identificación de la planta, la búsqueda completa de información, y el respeto al recurrir a las plantas para nuestro bienestar.
Agradecemos la trasmisión oral que permitió que los saberes ancestrales lleguen hasta el presente y a nuestros oídos.
Esta reflexión surge como parte del trabajo que llevamos adelante cuatro amigas, estudiantes de Ciencias Naturales, mediante Passiflora taller de plantas, talleres comunitarios donde nos encontramos a compartir saberes. Dado que nos reunimos bajo su nombre y energía, nos parece importante la divulgación de sus usos, propiedades y su valor cultural.
Por último, agradecemos a la Naturaleza por todo lo que nos brinda.